Hay menjurjes que pueden no ser apetitosos a la vista, pero que aparentemente tienen algún beneficio a la salud
. Tal es el caso de una bebida que se prepara en Lima, Perú y que forma parte de su oferta gastronómica.
El jugo de rana es buscado por los habitantes de Lima para vencer al frío y es una práctica muy común y bastante antigua de la cultura Inca. Según los comerciantes, este extracto ayuda a vencer el frío, la anemia, neumonía, cansancio físico, estrés, mal humor, tos e incluso hace maravillas como vigorizante sexual.
Desde luego que la preparación no es para nada atractiva. El hecho de elegir una rana que será desollada, hervida y licuada con algunos condimentos, puede resultar bastante cruel y poco apetitoso.
. Tal es el caso de una bebida que se prepara en Lima, Perú y que forma parte de su oferta gastronómica.El jugo de rana es buscado por los habitantes de Lima para vencer al frío y es una práctica muy común y bastante antigua de la cultura Inca. Según los comerciantes, este extracto ayuda a vencer el frío, la anemia, neumonía, cansancio físico, estrés, mal humor, tos e incluso hace maravillas como vigorizante sexual.
Desde luego que la preparación no es para nada atractiva. El hecho de elegir una rana que será desollada, hervida y licuada con algunos condimentos, puede resultar bastante cruel y poco apetitoso.
La bebida puede endulzarse con miel y polen, así como añadir ingredientes como algarrobina y maca.
A pesar de que aún no se sabe si realmente funciona esta bebida, es una práctica ancestral que podría juzgarse como una costumbre absurda y cruel, lo cierto es que la ingesta de ranas o sapos tampoco es extraña en varias provincias del interior de Perú, y mucho menos en otras partes del mundo.
Hacia fines del siglo XIX, las ranas eran un manjar en las mesas, valoración que perdura hasta hoy en países como Francia, donde las ancas (muslos) de rana son consideradas riquísimas.
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